miércoles, 28 de octubre de 2009

Encuentros Artísticos entre Colombia y México: TAN LEJOS, TAN CERCA

TOMADO DE MUSEO NACIONAL DE COLOMBIA


Tan lejos, tan cerca
Encuentros artísticos entre Colombia y México
Jornada académica

5 de noviembre de 2009
ENTRADA GRATUITA EN EL MUSEO NACIONAL DE COLOMBIA

Preinscripción por correo electrónico y teléfono
educultura@museonacional.gov.co
3348366 ext.302

Parte de las transformaciones en el arte colombiano son el resultado de una fuerte influencia de México durante los últimos dos siglos. A fines del siglo XIX, Felipe Santiago Gutiérrez visita Colombia para apoyar la instauración de la formación académica en el país, y con ello ayuda a impulsar la creación de la Escuela de Bellas Artes inaugurada en 1886. Durante el siglo XX, la Revolución mexicana y sus protagonistas marcarán a las juventudes liberales colombianas en varios campos. El presidente Alfonso López Pumarejo estuvo en México en 1934; Jorge Zalamea y Germán Arciniegas, ambos involucrados en las políticas educativas del gobierno, mantuvieron contacto con figuras como Carlos Pellicer y José Vasconcelos. Los programas de la Secretaría de Educación de México serán, sin duda, inspiración para los programas de extensión cultural de la República Liberal.


En el campo de las artes, la propuesta mexicana fue vista como ejemplo de fomento y creación de un arte propio americano en contraposición a modelos que buscaban replicar aquellos de las vanguardias europeas. Así mismo, la crisis desatada en Europa por la Segunda Guerra Mundial convertirá a México en el lugar hacia el que los artistas dirigirían la mirada. De esta manera, artistas como Ignacio Gómez Jaramillo, Jorge Elías Triana, Débora Arango, Julio Abril y Alipio Jaramillo mantuvieron contacto próximo con los muralistas, en especial con David Alfaro Siqueiros. A partir de las obras y escritos de los artistas colombianos durante las décadas de 1930 y 1940 se concluye la búsqueda de unos nuevos estándares en la plástica, en la cual fue decisiva el muralismo mexicano. A diferencia de México, en Colombia los simpatizantes del muralismo rechazaron de tajo el arte como propaganda de revoluciones políticas y lo asumieron como una forma de plasmar lo propio y lo autóctono.

Si bien tenemos un conocimiento básico sobre personajes y momentos de confluencia, hay todavía temas que merecen una mirada profunda que permita dilucidar con mayor claridad las consecuencias de los encuentros entre estas dos naciones: éste es el objetivo del presente seminario, en el marco de la exposición del Museo Nacional de Colombia Diego, Frida y otros revolucionarios [27.08.-15.11.2009] que permitirá difundir algunas investigaciones realizadas en ese campo.


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